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martes, 6 de diciembre de 2011

Tarta de queso con cuajada


Aunque me salga un poco de la temática del pan y la harina, hoy os voy a enseñar la receta de la tarta de queso que suelo hacer en casa. Me puse a hacerla esta misma tarde y como últimamente siempre tengo la cámara a mano pensé -'Pues esta también la subo'. Así que aquí la tenéis.

Particularmente la hago mucho porque resulta muy sencilla de hacer. Es un postre que no lleva huevo, ni hay que meterlo en el horno, por lo que el éxito está prácticamente asegurado. Es tan sencillo como hacer unas natillas de sobre.


Los ingredientes que necesitamos son:

  • Un paquete de bizcochos sobaos.
  • 250 gr. de queso fresco para untar
  • 500 ml de nata líquida para cocinar
  • 200 gr. de azúcar.
  • 2 sobres de cuajada (24 gr)
  • 35 ml. de leche (no está en al foto) 
  • Aroma de vainilla, de limón, algún licor, etc. Esto al gusto.

Primero elegimos el recipiente en el que vamos a hacer la tarta y rellenamos todo el fondo con bizcochos lo mejor que podamos. Los sobaos en este caso serán sustitutos de la pasta quebrada o el fondo de galletas María de otras recetas, pero sin desmenuzarlos.

En mi caso he utilizado lo de marca Hacendado del Mercadona, que en particular me gustan porque en si mismos tienen un saborcillo que se sigue apreciando una vez te comes la tarta y además para mi gusto tienen el grosor ideal, ya que se notan que están ahí pero sin destacar demasiado. Pero vamos, los que tengáis a mano sirven igualmente.

Rellenamos el fondo acomodando los bizcochos como podamos
Ahora cogemos 35 ml de leche (poco más de un dedo de leche en un vaso) y la echamos por encima de los bizcochos para que se ablanden. No hay que echar un montón de leche, sólo lo justo para que dejen de estar secos y se puedan aplastar un poco con la mano y formar una base uniforme para el fondo de la tarta. Nada más.

Ablandamos con un poco de leche y unificamos la base

La cantidad de leche que echéis dependerá del tipo y grosor de los bizcocho que utilicéis para la base, por lo que la medida que os doy tomarla como una orientación. La idea es simplemente ablandar y humedecer, pero no empapar los bizcochos. Aunque como todo, el punto justo os lo dará la práctica y vuestro propio paladar. Particularmente a mi no me gustan demasiado blandorros.

Vamos ya con la elaboración del 'relleno'. Cogemos un cazo y lo ponemos al fuego calentando la nata. Mientras empieza a calentarse, echamos el azúcar y removemos. Seguidamente incorporamos la cuajada en polvo y volvemos a mezclar (también se puede disolver antes). Ya sólo queda echar la tarrina entera de queso fresco y unificarlo todo. Para ello recomiendo usar un batidor manual de barillas porque así se deshace el queso mucho antes y de una manera más uniforme.

Ponemos al fuego la nata liquida y el azúcar. Mezclamos
Mientras calienta echamos la quajada
Finalmente incorporamos el queso de untar.
Mezclamos bien todo y dejamos a fuego medio un minuto

Como la nata del Mercadona viene ya muy espesa apenas hay que dejarlo un par de minutos en el fuego a que endurezca con la cuajada o incluso menos. Tener cuidado con la temperatura porque al igual que el tomate frito, esta empieza a burbujear de repente sin previo aviso y en cuanto quieres darte cuenta se te ha pegado el fondo del cazo.

Así que removerlo a fuego medio hasta que coja un poco de consistencia. Lo dicho, en mi caso apenas lo dejé un minuto o dos. Se obtiene una densidad equivalente a una crema pastelera. Con la nata del Mercadona y el queso esa densidad está casi desde el primer instante.

Justo antes de retirarlo incorpora la esencia o el aroma que hayas decidido echarle y que es a lo que realmente sabrá nuestra tarta, ya que el queso no se aprecia y la cuajada podría decirse que tampoco. En este caso una cucharilla de café de vainilla, aunque otras veces también le he echado esencia de limón (nunca le he echado zumo natural por miedo a que se cuaje todavía más o se estropee). Si alguno lo habéis hecho contarme el resultado.

Vertemos directamente sobre la base
Llevamos a la nevera cuando entibie, durante 4 h.

Ya sólo nos queda echarlo encima de la base y dejar que se cuaje bien en la nevera durante un mínimo de 4 horas. Se puede comer antes, pero tendrá más una textura de natillas que otra cosa. Servimos al gusto con mermelada, chocolate líquido o al natural, como prefiramos.



Una bomba calórica, sí, pero la mar de rica.

5 comentarios:

chus dijo...

En casa suele hacerse con la base de galletas María, habrá que probarla con la base de sobaos. Un saludo.

EnHarínate Fran dijo...

Ya me contarás qué tal, si lo pruebas.
¿Y tú que le echas para darle sabor?

chus dijo...

mi mujer no le suele echar nada, si se le va la mano con el licor para mi ya pierde la gracia.

Anónimo dijo...

Se ve buena, en Argentina no hay cuajada royal con que se puede suplantar

EnHarínate Fran dijo...

Se puede hacer con gelatina neutra. El resultado es muy parecido.

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