Cuernos de crema. Un pastelillo de los más apetecible

Vamos hoy con otra de esas recetas sencillas que por muy poco dinero y apenas trabajo consigues unos resultados increíbles que dejarán a vuestros amigos y familiares con la boca abierta. Se trata de los conos o también llamados cuernos de crema.

Es tan fácil como enrollar tiras de hojaldre en torno a unos moldes con forma de cucurucho y meterlos en el horno durante 12 minutos a 180 grados, previamente pincelados con huevo batido para que queden más doraditos y vistosos. Una vez fríos los podéis rellenar de crema pastelera, nata, chocolate, mouse y por supuesto versiones saladas, con paté, ensaladilla, queso de untar con salmón... lo que se os ocurra.

Lo que necesitamos es enrollar el hojaldre en torno a algo que mantenga la forma durante el horneado y que por supuesto no se queme. Para el caso concreto de los conos venden unos moldes justo con esta forma en tiendas especializadas, ferreterías y grandes almacenes. Los que yo os muestro aquí me los compraron en unos 'chinos'.

Como alternativa a la forma de cono (si no encontráis estos moldes) están los canutillos. La verdad es que cuando los saqué del envase me decepcionaron por que no parecían otra cosa que una barra de cortina cortada en trozos. Pero pensándolo bien, es que no se necesita más. Como alternativa natural está cortar una caña en trozos, que una vez hervida para desinfectarla, se puede usar perfectamente en el horno. Esto de las cañas yo no lo conocía y me daba un poco de 'repelús', pero al parecer se utilizan incluso para freír y me lo han recomendado tanto que lo he probado y  funciona perfectamente.

Como decía, hacer los canutillos o los conos no tiene mayor complejidad que enrollar tiras de hojaldre alrededor de los moldes. Para ello extendemos el hojaldre refrigerado y con la ayuda de un cortapizzas o un cuchillos bien afilado vamos cortando la masa en tiras de unos dos centímetros. En mi caso me ayudé con dos listones de madera de un centímetros que tengo guardadas en el cajón para este tipo de menesteres.

 

Una vez cortado, cogemos el molde y con cuidado enrollamos el principio de la tira sobre él, pasando después a rodar el molde sobre el hojaldre hasta que se acabe. Debemos tener el cuidado de solapar un poco una vuelta sobre la anterior ya que si no corremos el riesgo de que se nos separe como un muelle a la hora de crecer en el horno. Tampoco es necesario exagerarlo, con superponer una tercera parte es suficiente. Yo probé varias versiones y todas salieron bien. Aquí os las enseño.

Enrollamos con cuidado	Solapando apenas una tercera parte
O solapamos casi hasta la mitad	Lo mismo para los canutillos

Si os fijáis en los moldes, no he puesto mantequilla ni ningún otro tipo de grasa sobre ellos. No es necesario. Si los quitáis recién sacados del horno salen sin ninguna dificultad.

Precalentamos el horno a 180/190 grados y pincelamos con huevo batido por encima para que queden más doraditos y apetecibles. Opcionalmente (yo no lo hice) podemos hacerlos rodar después sobre azúcar para que queden aún más ricos.

Introducimos al horno a media altura, con calor arriba y abajo. Si tenéis ventilador se harán todavía mejor y más rápido.

Pincelamos con huevo batido

Horneamos a 180 durante 12 minutos

Pasados unos 12 minutos (no deberían ser más de 15), cuando estén dorados a vuestro gusto los sacamos y extraemos los moldes simplemente tirando de ellos. Salen sin ninguna dificultad y como veis en el medio de la foto, algunos ya se han soltado sólos.

Ya sólo queda preparar el relleno y dejarlo enfriar, pues no deben rellenarse en caliente para que el hojaldre no se reblandezca. En mi caso me decanté por una clásica crema pastelera, que a todo el mundo gusta.

Una vez fría la crema, rellenamos los conos con la ayuda de una manga pastelera, una jeringuilla o una simple cucharilla. Si tenéis una boquilla alargada os resultará mucho más fácil.

Finalmente, espolvoreamos azúcar en polvo por encima. También si queréis, se puede hacer un almíbar con miel diluida o azúcar y bañarlos por encima para conseguir ese 'pringue' propios de los cuernos de pastelería. Otra opción es hacer gelatina sin sabor pero muy ligera, pincelando igualmente por encima.

Y qué os voy a decir, que salieron 16 conos del medio paquete del Hojaldre del Mercadona y tres no llegaron a la foto (se quedaron en el estómago de los que pasaron por allí a tiempo) así que os podéis imaginar. Salen riquísimos, con una presencia espectacular, se hacen en media hora y por muy poco dinero. ¿A qué estáis esperando para probarlos?.

Os dejo una foto de los canutillos que hace Azucena, una de mis mejores seguidoras en el blog y que fue la que me contó el truco de las cañas y para colmo me envió los moldes. Que menos que darle las gracias de nuevo desde aquí y mostraros sus maravillosos dulces.

¿De verdad que no os están entrando ganas de coger uno?