A veces nos apetece tomar algo en el desayuno o en la merienda que no sea demasiado dulce pero a la vez que nos quite la sensación de tomar algo rico, pues bien, aquí os traigo la receta de mis suizos que están riquísimos así solos tal cual, pero también untados con mermelada, rellenos de crema pastelera, con crema de chocolate, etc. el límite es vuestra imaginación ya que con dulce de leche y plátano por ejemplo, también son exquisitos y pueden servir hasta de postre.
Los ingredientes necesarios los tenemos normalmente en casa, si no tenéis levadura prensada también podéis utilizar la levadura seca, que es lo mismo que la anterior, pero deshidratada y granulada.
- 170 ml. de leche.
- 90 grms. de azúcar
- 170 grms. de mantequilla (no sirve la margarina)
- 3 huevos
- 1 cucharadita de las de café, de sal
- 30 grms. de levadura prensada o deshidratada
- 550 grms. de harina
Para pintarlos después de levados, un huevo y azúcar mojada con agua de azahar o con zumo de naranja o limón.
Para amasar, yo utilizo una panificadora, pero si no tenéis, también se puede amasar a mano, es fácil, hay que poner la harina en forma de volcán e ir añadiendo los ingredientes líquidos primero, la leche un poquito caliente, con la levadura, la mantequilla a temperatura ambiente, los huevos, el azúcar, la sal y !a mezclar! Tenemos que dejar levar la masa hasta que doble el volumen o un poco más, en un lugar apartado de corrientes de aire y tapada con un trapo húmedo.
Si tenéis panificadora, pues, añadir primero los ingredientes más líquidos y después el azúcar, la sal, y la harina. La mía la pongo en el 8 amasado y levado.
Más o menos tiene que quedar así.
Después cogemos porciones de unos 60-70 grms. y les vamos dando forma un poquito ovalada, debemos enharinarnos un poco las manos ya que la masa es un poquito pegajosa.
Deben quedar más o menos con ésta forma.
Después les hacemos un corte en el medio con un cuchillo afilado o en su defecto unas tijeras, que también van muy bien, de hecho yo siempre lo hago con tijeras. Con cuidado vamos haciendo el corte de abajo hacia arriba.
Después pintamos con huevo por todas partes para conseguir un bonito tono dorado y brillante.
Yo utilizo un pincel de silicona que es muy suaves y no daña la masa.
A continuación se dejan levar otra vez hasta que suban un 50% más, no deben doblar el volumen.
Se les añade azúcar humedecida con el agua de azahar, con el zumo de naranja, de limón, lo que queráis o tengáis más a mano.
Quedan así.
Y ahora ya sólo queda ponerlos al horno a 180º si es de aire o 190º si es de los normales, durante aproximadamente 20 minutos, ya veréis cuando están por el color. Y bueno... a disfrutar!!!
Resultado final:
Éste es el tono de dorado que deben tener, Y con vuestro permiso me voy a comer uno ahora mismo con un café con leche.¡Hasta la próxima!
Espero que los hagáis y me comentéis como os han salido.
3 comentarios:
Hay que hambre sólo de verlo !!!!
No creo que tarde mucho en hacer esta receta.
Nunca los he hecho así. Habrá que probarlos
Que buena pinta.
Un saludo,
Óscar J.
Publicar un comentario